Lección
13 EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA
“ESTAS COSAS TE SERVIRÁN DE EXPERIENCIA”
Dy
C 122: 7 “si eres echado en el foso o en manos de homicidas, y eres condenado a
muerte; si eres arrojado al abismo;
si las bravas olas conspiran contra ti; si el viento huracanado se hace tu
enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos los elementos se combinan para
obstruir la vía; y sobre todo, si las puertas mismas del infierno se abren de par en par
para tragarte, entiende, hijo mío, que todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para
tu bien.”
La adversidad es parte de nuestra experiencia terrenal:
2 Nefi 2:11: Porque es preciso que haya
una oposición en todas las cosas.”
El
Élder Neal A. Maxwell dijo: “La vida
terrenal nos ofrece innumerables oportunidades de llegar a ser más semejantes a
Cristo: primero, al tener que hacer frente satisfactoriamente a esas
dificultades de la ida que son humanas. Segundo, al sufrir nuestras
tribulaciones individuales tales como las enfermedades, la soledad, las
persecuciones, las traiciones, las contradicciones, la pobreza, la calumnia, el
amor no correspondido, etc.”
Los desafíos de la vida terrenal nos ayudan a progresar:
Cualquier
progreso que hayamos conseguido en esta vida proviene siempre de una dificultad
que se logró vencer previamente. El Élder Richard Scott dijo: “En el preciso momento en que todo parece
ideal, a veces surgen simultáneamente múltiples dificultades. Si esas pruebas
no son el resultado de tu desobediencia, son evidencia de que el Señor sabe que
estás preparado para progresar más. Entonces te da experiencias que estimulen
tu progreso, tu comprensión y compasión y que te refinen para tu bienestar
eterno. Llegar de donde estás adonde Él quiere que estés exige un gran esfuerzo
que generalmente va acompañado de pesar y dolor. Pero todo se te da siempre
para tu bien.”
Guardar la fe en Jesucristo nos ayuda a resolver los problemas y a
vencer la adversidad:
Si
durante nuestras adversidades queremos recibir el consuelo del Señor, debemos
primeramente ejercer nuestra fe.
El
Élder Scott dijo: “Cuando te enfrentas a
la adversidad, quizás tengas tendencia a hacerte las siguientes preguntas: ¿Por
qué a mí? ¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Qué hice para merecerlo? Estas
preguntas te llevarán siempre a un callejón sin salida, pues no es bueno hacer
preguntas que impliquen oposición a la voluntad de Dios. Mejor es preguntar:
¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Qué puedo cambiar?
¿Cómo puedo recordar mis bendiciones en medio de esta prueba? La disposición a
sacrificar los anhelos personales más profundos sometiéndose a la voluntad de
Dios es muy difícil. Pero el pedir con verdadera convicción el querer saber
cuál es Su voluntad, y decir `Hágase Tu voluntad´ es la mejor manera para
recibir la máxima ayuda de nuestro amoroso Padre Celestial.”
El Pte. Howard Hunter dijo: “¿Por qué queremos llevar nuestras cargas
solos? o ¿por qué insistimos en cargarlas con un apoyo temporal que pronto se
acaba? Para los que llevan una carga pesada, el yugo de Cristo, o sea, la
fortaleza y la paz que se obtienen luchando al lado de Dios, es lo que dará el
apoyo, el equilibrio y la fortaleza para vencer las dificultades que se
presenten, y para soportar lo que se requiera de ellos en esta difícil vida
mortal.”
Debemos perseverar hasta el fin:
D
y C 24: 8: “Sé paciente en las aflicciones, porque tendrás muchas; pero
sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el fin de tus días.”
El
Élder Joseph Wirthlin dijo: “Los miembros
fieles de la Iglesia deben ser como los robles y extender sus raíces en la
tierra fértil de los principios fundamentales del Evangelio: debemos entender
las verdades básicas y sencillas y vivir de acuerdo con ellas, sin
complicarlas. Nuestro fundamento debe ser sólido y de raíces profundas a fin de
resistir los vientos de las tentaciones, de las doctrinas falsas y de los
ataques del adversario, sin vacilar y sin ser arrancados de cuajo.”
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