domingo, 26 de agosto de 2012

EL SACERDOCIO



(Artículo sacado de "Mormones online")
Los hombres santos de los últimos días, así como las mujeres,   tienen una función específica que cumplir en el hogar y en la iglesia.
Dentro de la iglesia, los hombres pueden poseer el sacerdocio. Éste no es como el sacerdocio de la Iglesia Católica, o muchas otras religiones. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que es el verdadero nombre de la Iglesia, es una iglesia laica; no hay ministros pagados. Todos son voluntarios. Además, todos los varones de doce años de edad o mayores que viven una vida moralmente limpia, pueden poseer el sacerdocio.
Es importante señalar que los hombres no pueden usar su sacerdocio en sí mismos. Si necesitan algo que se hace normalmente a través del sacerdocio, ellos, al igual que las mujeres, deben encontrar otros poseedores del sacerdocio que lo hagan a favor de ellos. 
El sacerdocio es una posición de servicio, lo que les permite servir a los demás, pero no a sí mismos. Esto significa que no hay ningún beneficio especial en poseer el sacerdocio aparte de las oportunidades que ofrece para servir; no hace más fácil para ellos el lograr la salvación. 
Las mujeres tienen otras responsabilidades y oportunidades. Los puestos ocupados por los hombres no son más importantes que los de las mujeres. Simplemente son diferentes.
Cada miembro de la Iglesia recibe las bendiciones del sacerdocio. Ninguna bendición que un poseedor del sacerdocio pueda darle a alguien es retenida de aquellos que no la tienen por sí mismos. Cada nivel de sacerdocio viene con responsabilidades diferentes y cada persona puede hacer la labor de los niveles inferiores, así como la labor de su propio nivel.
Los poseedores del sacerdocio preparan y bendicen el sacramento (similar a la comunión en otras iglesias), restauran la salud a los enfermos, cuidan de los necesitados, visitan familias y se aseguran de su bienestar, y ocupan ciertas posiciones que requieren el sacerdocio.
Los hombres utilizan su sacerdocio para presidir el hogar. Esto no significa que ellos manden. El élder Bruce C. Hafen y su esposa Marie escribieron un artículo que explica este concepto. Ellos dijeron: En la versión en inglés de “Génesis 3:16 dice que Adán “gobernará sobre” de Eva, pero esto no hace que Adán sea un dictador. Para gobernar hay que establecer normas. Entonces Adán tendría que vivir de tal modo que otros puedan medir la rectitud de su conducta al observar la de él. Ser un gobernante no es tanto un privilegio de poder como una obligación de practicar lo que un hombre predica. Además, sobre en “gobernar sobre”, utiliza el término hebreo bet, que significa gobernar con, no gobernar sobre. Si un hombre ejerce “dominio… en cualquier grado de injusticia” (D. y C. 121:37; énfasis añadido), Dios termina el sacerdocio o autoridad de tal hombre”.
A los hombres se les enseña que sus esposas deben ser socias de pleno derecho en la dirección de la familia. El hombre sólo tiene una mayor responsabilidad en ver que él dé el ejemplo y el tono que la familia pueda seguir. Si el esposo y la esposa se encontraran en un punto muerto sobre una decisión importante, se les aconsejará orar pidiendo orientación. Si aún así no pudieran llegar a un acuerdo, el marido, en su papel de presidente, no es que automáticamente se salga con la suya. Él tendría la gran responsabilidad de elegir qué opción regirá. Por ejemplo, podría decidir que el problema está más en el área de responsabilidad de su esposa, y entonces ella podría tomar la decisión final y él la apoyaría tan completamente como si fuera su propia idea. Esto requiere que el poseedor del sacerdocio tenga una gran madurez, y los hombres están capacitados para desarrollar esa madurez.
Aunque los hombres y las mujeres tienen diferentes responsabilidades en un hogar mormón, ningún papel es más importante que el otro. Se espera que el esposo obtenga los ingresos de la familia, y la mujer, si es posible, cuide de la casa y los niños. Por supuesto, los hombres mormones ayudan con los quehaceres de la casa y los niños, y se espera que ayuden con alegría con la cocina y los pañales, pero es de dominio especial de la mujer.
Las mujeres mormonas no sienten que este papel las degrada en modo alguno. Debido a que las familias mormonas pueden ser eternas, el trabajo de la madre de edificar hijos responsables, llenos de fe, que sean buenos participantes en el mundo es fundamental para el bienestar eterno de la familia. El papel del padre es igual de importante, en hacer todo lo posible para asegurarse de que su familia esté cuidada y tenga un ambiente espiritual adecuado en el cual crecer y prosperar. Cuando cada miembro de la familia tiene áreas específicas de responsabilidad, esto ayuda a prevenir la contención, ya que cada padre es considerado el experto en su campo.
La iglesia considera que el papel de un padre es tan esencial para el bienestar de un niño como lo es el papel de una madre. A los hombres se les enseña a un tiempo bueno y de calidad con sus hijos y ayudar en su cuidado.
En general, la vida de un hombre mormón es una vida de ejemplo y responsabilidad.




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