domingo, 26 de agosto de 2012

LECCIÓN 12: EL OBSERVAR LAS LEYES DE LA SALUD FÍSICA




Lección 12 EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA

EL OBSERVAR LAS LEYES DE LA SALUD FÍSICA

Los buenos hábitos de salud son importantes para vivir el Evangelio:
El mandamiento conocido como La Palabra de Sabiduría, relacionado con la salud y los alimentos recomendados para nuestro organismo se encuentra en D y C 89.
D y C 93: 35 “ …el hombre es el tabernáculo de Dios, a saber, templos; y el templo que fuere profanado, Dios lo destruirá.”
El Pte. Monson dijo: “El apóstol Pablo dijo: `¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? … el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.´ (1 Corintios 3: 16-17). Así como las comidas nutritivas, el ejercicio en forma regular y el descanso apropiado vigorizan el cuerpo; el estudio constante de las Escrituras y la oración fortalecen la mente y el espíritu.”

La Palabra de Sabiduría es una parte importante de la ley del Señor sobre la salud:
El Pte. Gordon B. Hinckley dijo: “No consideren la Palabra de Sabiduría como un asunto trivial. En mi opinión, es el documento más extraordinario que conozco acerca de la salud. El profeta José Smith la recibió en el año 1833, cuando se sabía relativamente muy poco de cuestiones dietéticas. Ahora, cuanto más se avanza la investigación científica, más pruebas hay de los principios de la Palabra de Sabiduría.”

Una dieta adecuada, el descanso y el ejercicio proporcionan beneficios significativos en la salud:
D y C 88: 124 “Cesad de ser ociosos, cesad de ser impuros, cesad de criticaros el uno al otro; cesad de dormir más de lo necesario; acostaos temprano para que no os fatiguéis;  levantaos temprano para que vuestros cuerpos y vuestras mentes sean vigorizados.”

Debemos evitar las sustancias y las prácticas que dañan el cuerpo y la mente:
D y C 89: 4: “ He aquí, de cierto, así dice el Señor: Por motivo de las maldades y designios que existen y que existirán en el corazón de hombres conspiradores en los últimos días, os he amonestado y os prevengo, dándoos esta palabra de sabiduría por revelación.”
El Élder Russell M. Nelson dijo: “De un simple experimento considerado inofensivo puede desencadenarse un serio vicio. De las pruebas emergen los hábitos,  de los hábitos sale la dependencia; de la dependencia resulta la adicción. Sus cadenas pesan sobre la persona en forma gradual, y sus eslabones esclavizadores son demasiado pequeños para que se les perciba, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlos. Por cierto que las drogas son “el guiso” moderno por el cual se venden las almas. Ninguna familia está exenta de ese riesgo… La adicción a cualquier tipo de sustancia insana esclaviza no solamente al cuerpo físico, sino también al espíritu.”


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