Lección 10 EL EVANGELIO Y LA
VIDA PRODUCTIVA
BUSCAR EL APRENDIZAJE POR MEDIO DEL ESTUDIO Y DE LA FE
El Señor enseñó que debemos
“buscar conocimiento, tanto por el estudio como por la fe”:
D. y C. 88:118: “Y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente
y enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de
sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como
por la fe.” Él nos bendecirá cuando busquemos conocimiento espiritual y
secular. La educación es la clave para las oportunidades y debería convertirse
en el empeño de toda una vida, ya que puede prepararnos para mantener a nuestra
familia y permitirnos contribuir a la Iglesia y a la comunidad.
Debemos buscar conocimiento
y sabiduría:
El Pte. Hinckley dijo: “Ustedes tendrán que hacer frente a los
grandes retos del futuro. Están entrando en un mundo extremadamente
competitivo; adquieran la mayor educación posible. El Señor nos ha exhortado en
cuanto a la importancia de la educación: ésta los calificará para mayores
oportunidades; los preparará para hacer algo que valga la pena en el gran mundo
de oportunidades que se les presenta. Si pueden ir a la universidad y desean
hacerlo, háganlo. Si no tienen el deseo de asistir a la universidad, entonces
vayan a cursos vocacionales o de negocios para mejorar sus habilidades y
aumentar su capacidad.”
El conocimiento espiritual
es más importante que el conocimiento secular:
2 Nefi 9: 29 “ Pero bueno es ser instruido, si hacen caso de los
consejos de Dios.”
El Élder Perry dijo: “Si proporcionamos un cimiento espiritual
para nuestro conocimiento secular, no sólo entenderemos mejor las leyes de la
naturaleza, sino que obtendremos una profundidad de conocimiento que jamás
imaginamos que fuese posible sobre el arte, las lenguas, la tecnología, la
medicina, el derecho y el comportamiento humano.”
La instrucción formal es la
clave de la oportunidad:
“La gloria de Dios es la
inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad.” (D y C 93:36)
“Si estáis preparados, no
temeréis.” (D y C 38:30)
El Pte. Hinckley dijo: “Me gustaría decirles a los jóvenes que
cursen todos los estudios que puedan. Cultiven tanto las destrezas
intelectuales como las manuales. La instrucción formal es la clave de la
oportunidad. El Señor ha puesto sobre ustedes, como miembros de esta Iglesia,
la obligación de estudiar y aprender las cosas espirituales, así como también
las temporales. Adquieran toda la educación que les sea posible, aun cuando
signifique un gran sacrificio mientras sean jóvenes. Ustedes bendecirán la vida
de sus hijos y bendecirán la Iglesia ya que darán honra a esta obra.”
El Señor nos guiará en
aquellos aspectos del aprendizaje que nos ayudarán a prestar mejor servicio a
los demás:
La lectura diaria de las
Escrituras y seguir siempre al Señor nos ayudará para recibir inspiración en
todas nuestras decisiones: 2 Nefi 32: 5
“Porque si entráis por la senda y recibís al Espíritu Santo, él os mostrará
todas las cosas que debéis hacer.”
El aprendizaje es un empeño
de toda la vida:
D y C 130: 18-19 “Cualquier principio de inteligencia que logremos en
esta vida se levantará con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una
persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su
diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo
venidero.” El aprendizaje no tiene fin. Nuestra educación nunca debe cesar.
No debemos detener nuestra evolución, sino seguir aprendiendo toda la vida.


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