JAS FERROL UNA LUZ AL MUNDO
viernes, 2 de noviembre de 2012
NO ES FÁCIL, PERO ES POSIBLE SER BUENOS EJEMPLOS
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son responsables de dar siempre un buen ejemplo a los demás. Esto no siempre es fácil, todo lo contrario, pero es posible si ponemos al Señor siempre en primer lugar en nuestras vidas.
http://youtu.be/1Wcoud9um7A
miércoles, 31 de octubre de 2012
FIN DE LOS CENTROS JA
Desde finales del pasado mes de Julio, la Primera Presidencia puso fin a los Centros de Jóvenes Adultos en todo el mundo.
Ahora la organización de los JAS pasa a llamarse PROGRAMA JAS DE ESTACA (O DISTRITO, según sea el caso).
Existen pocas diferencias entre los antiguos Centros para Jóvenes Adultos y el Programa de Jóvenes Adultos Solteros de Estaca (o Distrito), siendo una de ellas que a los Centros podían acudir los Jóvenes Adultos casados pero sin hijos, mientras que el nuevo Programa se centra sólo en los Solteros.
Este "nuevo" Programa de los Jóvenes Adultos
Solteros contempla que estos jóvenes sigan adelante con sus Actividades,
sus Noches de Hogar, sus clases de
Instituto, etc. Y decimos "nuevo" entre comillas porque en realidad se
vuelve a la antigua organización de los JAS, la cual viene documentada
en el Manual 2 de Instrucciones.
Los principales objetivos del Programa JAS son :
. Aprendizaje del Evangelio, haciendo énfasis en los Cursos de Instituto de Religión.
. Obra Misional
. Reactivación
. Liderazgo
. Actividades
. Historia Familiar y Templo
En la Rama de Ferrol, desde finales de Julio hasta la fecha, tanto los líderes adultos como los JAS se estuvieron adaptando a los cambios del Programa JAS de Distrito, sin parar de hacer sus Actividades, por lo que en realidad, aparte de unos pequeños detalles, todo parece seguir como antes del cambio.
Aprovechamos desde este Blog para animar a todos los JAS de Ferrol a que vengan LOS MARTES A LAS 19H00 a la Rama para participar en las actividades.
jueves, 18 de octubre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
LECCIÓN 15: PRESTÉMONOS SERVICIO LOS UNOS A LOS OTROS
Lección 15 EL EVANGELIO Y LA
VIDA PRODUCTIVA
PRESTÉMONOS SERVICIO LOS UNOS A LOS OTROS
Las Escrituras y los
siervos del Señor nos enseñan a prestarnos servicio los unos a los otros:
Mosíah 4:15 Les ensñaréis (a
vuestros hijos) a amarse mutuamente, y a servirse el uno al otro.
D y C 81:5 De manera que sé
fiel, ocupa el oficio al que te he nombrado: socorre a los débiles, levanta las
manos caídas y fortalece las rodillas debilitadas.
El Pte. Romney dijo: “Servir es, por los convenios que hemos
hecho, una obligación de todos los miembros de la Iglesia. El Señor ha dicho en
Mateo10:39 que el que halla su vida la perderá, y el que pierde su vida por causa de Él, la hallará. Perdemos nuestra vida
sirviendo y edificando a otros, y al hacerlo, experimentamos la única verdadera
y perdurable felicidad. El prestar servicio no es algo que hacemos en esta
tierra para poder ganar el derecho de vivir en el reino celestial, sino que es
la fibra misma de la cual está formada la exaltación en ese reino.”
En algún momento, todos
necesitamos de ayuda:
El Élder Scott dijo: “Hoy día la vida puede ser tan complicada y
las necesidades tan grandes que nos resulte imposible resolverlas solos. Todos
necesitamos la ayuda del Señor.”
El Élder Ashton dijo: “Hay personas necesitadas en todas las
edades. Algunas de Sus ovejas son jóvenes y se encuentran solas y perdidas.
Otras están cansadas, afligidas y agotadas por los años. Algunas de ellas son
de nuestra propia familia, o están entre nuestros vecinos, o en rincones
alejados del mundo donde podemos ayudarlas por medio de nuestras ofrendas de
ayuno. Algunas se están muriendo de hambre, otras se están muriendo por falta
de amor e interés.”
Podemos prestarnos servicio
de diferentes modos:
El Pte. Monson dijo: “Nuestro servicio al prójimo puede
fortalecer el espíritu humano, vestir cuerpos con frío, alimentar al
hambriento, consolar a los acongojados y elevar almas preciosas a nuevas
alturas.”
Mateo 25: 35-40: Porque tuve
hambre, y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y
me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermo y me visitasteis, en la
cárcel, y vinisteis a mí…Y respondiendo
el Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
El prestarnos servicio
mutuo debe ser un objetivo que dure toda la vida:
Mosíah 2:17 Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis
sabiduría, para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros
semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios.
D y C 4:2 Por tanto, oh
vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo
vuestro corazón, alma, mente y fuerza para que aparezcáis sin culpa ante Dios
en el último día.
El élder Taylor dijo: “El prestar servicio al prójimo los
conducirá hacia las ventanas de la vida y no hacia los espejos que sólo
reflejen la imagen de ustedes mismos.”
El Élder Romney dijo: “Si sabemos que ayudar a otros satisface a
nuestro Padre Celestial y deseamos estar dónde Él está y ser lo que Él es, ¿por
qué se nos debe dar el mandamiento de que nos sirvamos los unos a los otros?
¡Bendito sea el glorioso día en que todas estas cosas surjan en forma
espontánea debido a la pureza de nuestro corazón! Ese día no habrá necesidad de
un mandamiento, porque todos habremos aprendido ya que la verdadera felicidad se obtiene solamente cuando se está embarcado en un servicio generoso y
altruista. Usemos la libertad que proviene de la autosuficiencia, al dar y
al servir.”
LECCIÓN 14: HONREMOS LOS CONVENIOS
Lección 14 EL EVANGELIO Y LA
VIDA PRODUCTIVA
HONREMOS LOS CONVENIOS
Un convenio es una promesa
sagrada entre Dios y Sus hijos:
Los Santos de los Últimos Días
son un pueblo que hace convenios. Los principios y las ordenanzas se reciben
mediante convenios. Los miembros de la Iglesia que hacen estos convenios
prometen honrarlos. Por ejemplo, en el bautismo, los miembros hacen convenio
con el Señor y al participar de la Santa Cena los renuevan.
En el templo se hacen
convenios adicionales. El pueblo del Señor es el pueblo del convenio.
Al honrar nuestros
convenios nos es posible alcanzar nuestro potencial divino:
El Élder Russell M. Nelson
dijo: “Con cada ordenanza se hace un
convenio o una promesa. Un convenio que se hace con Dios no es una restricción
sino una protección. Ese concepto no es nuevo. Por ejemplo, si el suministro de
agua que recibimos no es puro, la filtramos para eliminar los elementos
dañinos. Los convenios divinos nos sirven para filtrar y eliminar de nuestra
mente las impurezas que podrían hacernos daño. Si escogemos abstenernos de toda
impiedad no perderemos nada de valor y obtenemos la gloria de la vida eterna.
Los convenios no nos limitan, nos elevan más allá de los límites de nuestro
propio poder y perspectiva.”
El Pte. James Faust dijo:
“Para que puedan alcanzar todo su potencial precisarán honrar en la
vida 4 principios sagrados que son:
1. Reverencia por la Deidad
2. Respetar y honrar los lazos familiares
3. Reverencia y obediencia a las ordenanzas y a los convenios del santo
sacerdocio
4. Respeto por ustedes mismos como hijos de Dios.”
La autoridad del sacerdocio
es necesaria para recibir los convenios y las ordenanzas de salvación:
El sacerdocio es el poder más
grande que hay sobre la tierra.
Mateo 16: 15-19 “ Y a ti te daré
las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será
atado en los cielos; y todo lo que desatares en
la tierra será desatado en los cielos.”
El honrar nuestros
convenios nos prepara para recibir la vida eterna:
D y C 6: 37 “…sed fieles, guardad
mis mandamientos y heredaréis la vida eterna.”
El Élder Russell M. Nelson
dijo: Las ordenanzas, los convenios, la
investidura y los sellamientos del templo permiten a las personas reconciliarse
con el Señor y a las familias ser selladas más allá del velo de la muerte. La
obediencia a los convenios del templo nos hace merecedores de la vida eterna,
el mayor de todos los dones de Dios al hombre. La vida eterna es más que la
inmortalidad. La vida eterna es la exaltación en el cielo más alto, la clase de
vida que vive Dios.”
LECCIÓN 13: "ESTAS COSAS TE SERVIRÁN DE EXPERIENCIA"
Lección
13 EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA
“ESTAS COSAS TE SERVIRÁN DE EXPERIENCIA”
Dy
C 122: 7 “si eres echado en el foso o en manos de homicidas, y eres condenado a
muerte; si eres arrojado al abismo;
si las bravas olas conspiran contra ti; si el viento huracanado se hace tu
enemigo; si los cielos se ennegrecen y todos los elementos se combinan para
obstruir la vía; y sobre todo, si las puertas mismas del infierno se abren de par en par
para tragarte, entiende, hijo mío, que todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para
tu bien.”
La adversidad es parte de nuestra experiencia terrenal:
2 Nefi 2:11: Porque es preciso que haya
una oposición en todas las cosas.”
El
Élder Neal A. Maxwell dijo: “La vida
terrenal nos ofrece innumerables oportunidades de llegar a ser más semejantes a
Cristo: primero, al tener que hacer frente satisfactoriamente a esas
dificultades de la ida que son humanas. Segundo, al sufrir nuestras
tribulaciones individuales tales como las enfermedades, la soledad, las
persecuciones, las traiciones, las contradicciones, la pobreza, la calumnia, el
amor no correspondido, etc.”
Los desafíos de la vida terrenal nos ayudan a progresar:
Cualquier
progreso que hayamos conseguido en esta vida proviene siempre de una dificultad
que se logró vencer previamente. El Élder Richard Scott dijo: “En el preciso momento en que todo parece
ideal, a veces surgen simultáneamente múltiples dificultades. Si esas pruebas
no son el resultado de tu desobediencia, son evidencia de que el Señor sabe que
estás preparado para progresar más. Entonces te da experiencias que estimulen
tu progreso, tu comprensión y compasión y que te refinen para tu bienestar
eterno. Llegar de donde estás adonde Él quiere que estés exige un gran esfuerzo
que generalmente va acompañado de pesar y dolor. Pero todo se te da siempre
para tu bien.”
Guardar la fe en Jesucristo nos ayuda a resolver los problemas y a
vencer la adversidad:
Si
durante nuestras adversidades queremos recibir el consuelo del Señor, debemos
primeramente ejercer nuestra fe.
El
Élder Scott dijo: “Cuando te enfrentas a
la adversidad, quizás tengas tendencia a hacerte las siguientes preguntas: ¿Por
qué a mí? ¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Qué hice para merecerlo? Estas
preguntas te llevarán siempre a un callejón sin salida, pues no es bueno hacer
preguntas que impliquen oposición a la voluntad de Dios. Mejor es preguntar:
¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Qué puedo cambiar?
¿Cómo puedo recordar mis bendiciones en medio de esta prueba? La disposición a
sacrificar los anhelos personales más profundos sometiéndose a la voluntad de
Dios es muy difícil. Pero el pedir con verdadera convicción el querer saber
cuál es Su voluntad, y decir `Hágase Tu voluntad´ es la mejor manera para
recibir la máxima ayuda de nuestro amoroso Padre Celestial.”
El Pte. Howard Hunter dijo: “¿Por qué queremos llevar nuestras cargas
solos? o ¿por qué insistimos en cargarlas con un apoyo temporal que pronto se
acaba? Para los que llevan una carga pesada, el yugo de Cristo, o sea, la
fortaleza y la paz que se obtienen luchando al lado de Dios, es lo que dará el
apoyo, el equilibrio y la fortaleza para vencer las dificultades que se
presenten, y para soportar lo que se requiera de ellos en esta difícil vida
mortal.”
Debemos perseverar hasta el fin:
D
y C 24: 8: “Sé paciente en las aflicciones, porque tendrás muchas; pero
sopórtalas, pues he aquí, estoy contigo hasta el fin de tus días.”
El
Élder Joseph Wirthlin dijo: “Los miembros
fieles de la Iglesia deben ser como los robles y extender sus raíces en la
tierra fértil de los principios fundamentales del Evangelio: debemos entender
las verdades básicas y sencillas y vivir de acuerdo con ellas, sin
complicarlas. Nuestro fundamento debe ser sólido y de raíces profundas a fin de
resistir los vientos de las tentaciones, de las doctrinas falsas y de los
ataques del adversario, sin vacilar y sin ser arrancados de cuajo.”
domingo, 26 de agosto de 2012
EL SACERDOCIO
(Artículo sacado de "Mormones online")
Los hombres santos de los últimos días, así como las mujeres, tienen una función específica que cumplir en el hogar y en la iglesia.
Los hombres santos de los últimos días, así como las mujeres, tienen una función específica que cumplir en el hogar y en la iglesia.
Dentro
de la iglesia, los hombres pueden poseer el sacerdocio. Éste no es como
el sacerdocio de la Iglesia Católica, o muchas otras religiones. La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que es el
verdadero nombre de la Iglesia, es una iglesia laica; no hay ministros
pagados. Todos son voluntarios. Además, todos los varones de doce años
de edad o mayores que viven una vida moralmente limpia, pueden poseer el
sacerdocio.
Es importante señalar que los hombres no pueden usar su sacerdocio en
sí mismos. Si necesitan algo que se hace normalmente a través del
sacerdocio, ellos, al igual que las mujeres, deben encontrar otros
poseedores del sacerdocio que lo hagan a favor de ellos.
El sacerdocio
es una posición de servicio, lo que les permite servir a los demás, pero
no a sí mismos. Esto significa que no hay ningún beneficio especial en
poseer el sacerdocio aparte de las oportunidades que ofrece para servir;
no hace más fácil para ellos el lograr la salvación.
Las mujeres tienen
otras responsabilidades y oportunidades. Los puestos ocupados por los
hombres no son más importantes que los de las mujeres. Simplemente son
diferentes.
Cada miembro de la Iglesia recibe las bendiciones del sacerdocio.
Ninguna bendición que un poseedor del sacerdocio pueda darle a alguien
es retenida de aquellos que no la tienen por sí mismos. Cada nivel de
sacerdocio viene con responsabilidades diferentes y cada persona puede
hacer la labor de los niveles inferiores, así como la labor de su propio
nivel.
Los poseedores del sacerdocio preparan y bendicen el sacramento
(similar a la comunión en otras iglesias), restauran la salud a los
enfermos, cuidan de los necesitados, visitan familias y se aseguran de
su bienestar, y ocupan ciertas posiciones que requieren el sacerdocio.
Los hombres utilizan su sacerdocio para presidir el hogar. Esto no
significa que ellos manden. El élder Bruce C. Hafen y su esposa Marie
escribieron un artículo que explica este concepto. Ellos dijeron: En la
versión en inglés de “Génesis 3:16
dice que Adán “gobernará sobre” de Eva, pero esto no hace que Adán sea
un dictador. Para gobernar hay que establecer normas. Entonces Adán
tendría que vivir de tal modo que otros puedan medir la rectitud de su
conducta al observar la de él. Ser un gobernante no es tanto un
privilegio de poder como una obligación de practicar lo que un hombre
predica. Además, sobre en “gobernar sobre”, utiliza el término hebreo bet, que significa gobernar con, no gobernar sobre. Si un hombre ejerce “dominio… en cualquier grado de injusticia” (D. y C. 121:37; énfasis añadido), Dios termina el sacerdocio o autoridad de tal hombre”.
A los hombres se les enseña que sus esposas deben ser socias de pleno
derecho en la dirección de la familia. El hombre sólo tiene una mayor
responsabilidad en ver que él dé el ejemplo y el tono que la familia
pueda seguir. Si el esposo y la esposa se encontraran en un punto muerto
sobre una decisión importante, se les aconsejará orar pidiendo
orientación. Si aún así no pudieran llegar a un acuerdo, el marido, en
su papel de presidente, no es que automáticamente se salga con la suya.
Él tendría la gran responsabilidad de elegir qué opción regirá. Por
ejemplo, podría decidir que el problema está más en el área de
responsabilidad de su esposa, y entonces ella podría tomar la decisión
final y él la apoyaría tan completamente como si fuera su propia idea.
Esto requiere que el poseedor del sacerdocio tenga una gran madurez, y
los hombres están capacitados para desarrollar esa madurez.
Aunque los hombres y las mujeres tienen diferentes responsabilidades en un hogar mormón,
ningún papel es más importante que el otro. Se espera que el esposo
obtenga los ingresos de la familia, y la mujer, si es posible, cuide de
la casa y los niños. Por supuesto, los hombres mormones
ayudan con los quehaceres de la casa y los niños, y se espera que
ayuden con alegría con la cocina y los pañales, pero es de dominio
especial de la mujer.
Las mujeres mormonas no sienten que este papel las degrada en modo
alguno. Debido a que las familias mormonas pueden ser eternas, el
trabajo de la madre de edificar hijos responsables, llenos de fe, que
sean buenos participantes en el mundo es fundamental para el bienestar
eterno de la familia. El papel del padre es igual de importante, en
hacer todo lo posible para asegurarse de que su familia esté cuidada y
tenga un ambiente espiritual adecuado en el cual crecer y prosperar.
Cuando cada miembro de la familia tiene áreas específicas de
responsabilidad, esto ayuda a prevenir la contención, ya que cada padre
es considerado el experto en su campo.
La iglesia considera que el papel de un padre es tan esencial para el
bienestar de un niño como lo es el papel de una madre. A los hombres se
les enseña a un tiempo bueno y de calidad con sus hijos y ayudar en su
cuidado.
En general, la vida de un hombre mormón es una vida de ejemplo y responsabilidad.
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