martes, 5 de junio de 2012

EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA, LECCIÓN 1: EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LOS HIJOS DE NUESTRO PADRE CELESTIAL





CURSO DE INSTITUTO DE VERANO 2012 CENTRO JA FERROL

EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA

El objetivo de este curso es que se aprenda a llegar a lograr la autosuficiencia en todos los aspectos de la vida: espiritual, emocional, social y temporal.

Lección 1:
EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LOS HIJOS DE NUESTRO PADRE CELESTIAL

Esta lección nos ayuda a recordar que:
< Nuestro Padre Celestial preparó un plan de salvación, el cual nos enseña de dónde vinimos, por qué estamos aquí y a dónde vamos después de nuestra vida.
< Al comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra fe y encontramos gozo en un mundo en el que se comenten muchas injusticias.
< Podemos valernos de nuestro conocimiento del plan de salvación para afrontar mejor nuestros desafíos terrenales. Las tribulaciones, la dicha, el trabajo, el estudio y la fortaleza física desempeñan una parte importante de nuestra vida diaria.

Moisés 1: 39
“Porque he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre.”

El Plan de Salvación también tiene otros nombres:
. El gran y eterno plan de redención: Alma 34: 16
“Y así la misericordia satisface las exigencias de la justicia, y ciñe a los hombres con brazos de seguridad; mientras que aquel que no ejerce la fe para arrepentimiento queda expuesto a las exigencias de toda la ley de la justicia; por tanto, únicamente para aquel que tiene fe para arrepentimiento se realizará el gran y eterno plan de la redención.”
. El Plan de Felicidad: Alma 42: 16
“Mas el arrepentimiento no podía llegar a los hombres a menos que se fijara un castigo, igualmente eterno como la vida del alma, opuesto al plan de la felicidad, tan eterno también como la vida del alma.”

Podríamos comparar nuestra existencia dentro del Plan de Salvación como una obra de 3 actos.
Acto 1: La vida preterrenal o premortal
Acto 2: La vida terrenal
Acto 3: La vida después de la muerte

1. VIDA PRETERRENAL
Abraham 3: 24-26
“Y estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con él: Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y haremos una tierra sobre la cual éstos puedan morar; Y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare; Y a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; Y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.”

Satanás se rebeló contra el plan de nuestro Padre Celestial y ofreció un plan alternativo que limitaría nuestro albedrío. Él y sus seguidores fueron expulsados.
El Élder Wirthlin dijo: “En el concilio premortal en el que estuvimos todos presentes, Jesucristo aceptó el gran plan de felicidad de nuestro Padre para sus hijos y fue elegido por el Padre para ponerlo en práctica. Él dirigió las fuerzas del bien en una batalla para las almas de los hombres que comenzó antes de la fundación del mundo contra las fuerzas de Satanás y sus seguidores. Ese conflicto continúa hoy. Estábamos del lado de Jesús entonces y estamos de Su lado ahora también.”

2. VIDA TERRENAL
Abraham 3: 26
“Y a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer estado; Y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre su cabeza para siempre jamás.”
. Guardar nuestro “primer estado” consistió en ser fieles al Señor durante nuestra vida preterrenal. Nuestro “segundo estado” comenzó con la vida terrenal.

. Por causa de la Caída Original de Adán y Eva, nacemos en la vida terrenal en un estado caído. La caída y nuestra condición de mortales son partes necesarias del plan.
2 Nefi 2: 25
“Adán cayó para que los hombres existiesen, y existen los hombres para que tengan gozo.”

. Jesucristo nos redimió de la Caída. Sin su expiación no podríamos resucitar y viviríamos eternamente con Satanás como espíritus en un estado de miseria.
2 Nefi 2: 26
“ Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar por sí mismos, y no para que se actúe sobre ellos, a menos que sea por el castigo de la ley en el grande y último día, según los mandamientos que Dios ha dado.”

. Las experiencias de la vida terrenal nos permiten valernos del albedrío para tomar decisiones y experimentar sus consecuencias.
Alma 34: 32-34
“Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejercer su obra. Y como os dije antes, ya que habéis tenido tantos testimonios, os ruego, por tanto, que no demoréis el día de vuestro arrepentimiento hasta el fin; porque después de este día de vida, que se nos da para prepararnos para la eternidad, he aquí, que si no mejoramos nuestro tiempo durante esta vida, entonces viene la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna. No podréis decir, cuando os halléis ante esa terrible crisis: Me arrepentiré, me volveré a mi Dios. No, no podréis decir esto, porque el mismo espíritu que posea vuestros cuerpos al salir de esta vida, ese mismo espíritu tendrá poder para poseer vuestro cuerpo en aquel mundo eterno.”

. Formar familias eternas e instruirlas es uno de los propósitos del plan de salvación.
D y C 131: 1-4
“En la gloria celestial hay 3 cielos o grados; y para alcanzar el más alto, el hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio (es decir, el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio); y si no lo hace, no puede alcanzarlo. Podrá entrar en el otro, pero ése es el límite de su reino; no puede tener progenie.”
D y C 93: 40
“Pero yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.”

. Cualquier conocimiento e inteligencia que obtengamos en esta vida mediante nuestra diligencia y obediencia se levantará con nosotros en la resurrección.
D y C 130: 18-19
“Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección; y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado le llevará la ventaja en el mundo venidero.”

3. VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
. Al morir, nuestro espíritu va al mundo de los espíritus para aguardar la resurrección. Allí seguimos aprendiendo.
Alma 40: 11-14
“Ahora bien, respecto al estado del alma entre la muerte y la resurrección, he aquí, un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, en cuanto se separan de este cuerpo mortal, sí, los espíritus de todos los hombres, sean buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida. Y sucederá que los espíritus de los que son justos serán recibidos en un estado de felicidad que se llama paraíso; un estado de descanso, un estado de paz, dónde descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena. Y entonces acontecerá que los espíritus de los malvados, sí, los que son malos –pues he aquí, no tienen parte ni porción del Espíritu del Señor, porque escogieron las malas obras en lugar de las buenas; por lo que el espíritu del diablo entró en ellos y se posesionó de su casa- éstos serán echados a las tinieblas de afuera; habrá llantos y lamentos y el crujir de dientes, y esto a causa de su propia iniquidad; pues fueron llevados cautivos por la voluntad del diablo. Así que éste es el estado de las almas de los malvados, sí, en tinieblas y en un estado de terrible y espantosa espera de la ardiente indignación de la ira de Dios sobre ellos; y así permanecen en este estado, como los justos en el paraíso, hasta el tiempo de su resurrección.”
Al comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra fe y encontramos gozo en un mundo en el que se cometen muchas injusticias.
Aunque nuestra vida se ciña al gran plan de salvación, hay momentos de la vida terrenal que pueden resultar muy difíciles e incluir grandes pruebas. Sin embargo, debemos recordar que nuestro Padre Celestial desea que seamos dichosos y tengamos paz al observar Sus mandamientos.
El conocimiento del Plan de Salvación nos ayuda a afrontar las pruebas y las injusticias.

El élder Bruce R. McConkie dijo: ““A veces nos preguntamos: Si el plan es en realidad el gran plan de felicidad, ¿por qué debemos luchar para encontrar su plenitud en esta vida? “Si ustedes esperan encontrar sólo una vida buena, paz y felicidad completa durante el segundo acto, no hay duda de que van a salir defraudados. Entenderán poco de lo que sucede y del porqué se permite que las cosas sean como son.
“¡Recuerden! La frase: ‘Y vivieron felices para siempre’ nunca se escribe para el segundo acto (el de nuestra existencia mortal). Esa frase pertenece al tercer acto, (al de después de nuestra vida mortal) cuando los misterios se han resuelto y todo se pone en orden... “Mientras no tengan una perspectiva amplia de la naturaleza eterna de esta grandiosa obra, no podrán entender las desigualdades de la vida. ¡Algunos nacen con tan poco mientras que otros con tanto! Algunos nacen en la pobreza, con incapacidades, con dolor, con sufrimiento. Hay quienes mueren prematuramente, incluso niños inocentes. Están las fuerzas implacables y brutales de la naturaleza y la crueldad del hombre para con el hombre…. “No piensen que Dios causa intencionalmente eso que, para cumplir con sus propósitos, permite que suceda. Cuando conozcan el plan y el propósito en su totalidad, aun esas cosas serán manifestaciones de un Padre Celestial amoroso”.

Podemos valernos de nuestro conocimiento del plan de salvación para afrontar mejor nuestros desafíos terrenales.
Eter 12:27
“Y si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se humillan ante mí, porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.”

El Élder Bruce R. McConkie dijo: “Confiando siempre en el Señor, debemos hacernos independientes del mundo; debemos ser autosuficientes, y utilizando el albedrío que Dios nos ha dado, resolver nuestros propios problemas económicos y temporales.
Estamos aquí para trabajar largas horas, dura y arduamente…; estamos aquí para trabajar todos nuestros días. En esta probación terrenal, debemos comer el pan con el sudor de nuestro rostro hasta que volvamos al polvo del que fuimos formados.
El trabajo es la ley de la vida, el principio que gobierna la vida de los santos. No debemos, mientras seamos físicamente aptos, pasar voluntariamente a otros la carga de nuestro sostén. En lo gratuito abunda la maldad. La laboriosidad, la economía y el respeto a uno mismo son imprescindibles para la salvación.
Debemos cuidar de nuestra salud, cultivar nuestros huertos, almacenar nuestros alimentos, educarnos y prepararnos para hacernos cargo de las situaciones de la vida diaria. Ninguna otra persona puede hacerse cargo de nuestra salvación, ni temporal ni espiritualmente.
Estamos aquí sobre la tierra para satisfacer las necesidades de nuestros familiares. Los maridos tienen la obligación de mantener a sus esposas, los padres de mantener a sus hijos, los hijos de mantener a sus padres ancianos y desvalidos, los hermanos de mantenerse los unos a los otros, así como los parientes de ayudarse mutuamente.

El Élder Richard Scott dijo: “Te prometo que, a través de tu obediencia y continua fe en el Señor Jesucristo y tu comprensión de todo el plan de felicidad, aun cuando todavía no se cumplan aspectos importantes de ese plan en tu vida, se cumplirán en el debido tiempo del Señor. Te prometo también que puedes alcanzar progreso y felicidad significativos ahora, en las circunstancias en las que te encuentres. Como hijo/a de Dios, vive lo que puedas del plan haciendo lo mejor posible siempre.”

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