martes, 26 de junio de 2012

LECCIÓN 4: LA ADMINISTRACIÓN PRUDENTE DE LOS RECURSOS ECONÓMICOS



Lección 4 EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA

LA ADMINISTRACIÓN PRUDENTE DE LOS RECURSOS ECONÓMICOS

Lograr la autosuficiencia económica nos ayuda a ser más felices y equilibrados.
El pago de los diezmos y ofrendas nos trae bendiciones:
Malaquías 3: 8-10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimentos en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril. Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.”
D y C 64: 23 “He aquí, el tiempo presente es llamado hoy hasta la venida del Hijo del Hombre; y en verdad, es un día de sacrificio y de requerir el diezmo de mi pueblo, porque el que es diezmado no será quemado en su venida.”
El Pte. Hinckley dijo: “La realidad es que el diezmo es la ley de finanzas del Señor, la cual se recibió de Él por revelación. Es una ley divina que encierra una promesa grandiosa y hermosa, y se aplica a todo miembro del la Iglesia que tenga un ingreso. Se aplica tanto a la viuda en su pobreza como al hombre rico en su riqueza.”
Es muy importante ser honrados con el Señor al pagar el diezmo.
El Élder Robert D. Hales dijo: “A aquellos que viven fiel y honradamente la ley del diezmo, el Señor promete una abundancia de bendiciones. Algunas de estas bendiciones son temporales, así como el diezmo es temporal, pero al igual que las ordenanzas físicas externas del bautismo y de la Santa Cena, el mandamiento de pagar el diezmo requiere un sacrificio temporal que a la larga, se traduce en bendiciones espirituales… Las bendiciones temporales y espirituales del diezmo se adaptan específicamente a nosotros y a nuestras familias, de acuerdo con la voluntad del Señor, pero para recibirlas, debemos obedecer la ley sobre la cual se basan.”

El evitar las deudas innecesarias y ahorrar para el futuro nos ayuda a mantenernos libres del cautiverio económico:
El Señor nos enseña que debemos evitar las deudas, y que si en algún momento las hemos contraído, debemos deshacernos de ellas cuanto antes.
D y C 104: 78: “Además de cierto os digo en cuanto a vuestras deudas, he aquí, es mi voluntad que las paguéis todas.”
D y C 19: 35 “Paga la deuda que has contraído… Líbrate de la servidumbre.”
El Pte. Thomas S. Monson dijo:
“Cuando el exceso de deudas llama a la puerta, los sentimientos se encuentran más en tensión, las peleas son más frecuentes y los nervios se pierden con mayor facilidad. Los recursos que tienen que dedicarse a satisfacer los pagos de las deudas no añaden alimento a la mesa, no suben un grado la temperatura del hogar, ni reemplazan ninguna ropa gastada. Muchas personas podrían superar cualquier gran tormenta económica que tuvieran en la vida si tuvieran comida y ropas almacenadas para un año y si estuvieran libres de toda deuda.”


El ser honrados en nuestros asuntos financieros demuestra nuestra integridad personal:
Alma 27:27 “…y se distinguían por su celo para con Dios, y también para con los hombres; pues eran completamente honrados y rectos en todas las cosas; y eran firmes en la fe de Cristo, aun hasta el fin.”
El octavo mandamiento dice: No hurtarás. Hay personas que tal vez no comprenden la importancia de ser honradas en sus tratos financieros porque ven que hay quienes parecen prosperar siendo deshonestos. Pero ser honrado con los demás refleja nuestra manera de seguir al Señor. El Señor nos ha llamado Su pueblo del convenio porque estamos dispuestos a hacer convenios con Él y observarlos. Nos ha mandado que seamos honrados con Él y con nuestro prójimo.

Es importante dialogar como familia para decidir cómo utilizar nuestros recursos económicos:
Es muy importante la administración del dinero para el matrimonio y la familia.
El Pte. Spencer Kimball dijo: “A fin de que dos personas puedan obtener éxito en su matrimonio, necesitan tener un presupuesto cuidadosamente preparado por ambos y ceñirse estrictamente a él. Se debe actuar en conjunto en la formación de planes. Toda familia debería tener un presupuesto.”
Es muy importante que ambos cónyuges participen en la elaboración del presupuesto familiar.
 “La administración del dinero en el hogar entre el esposo y la esposa debe hacerse de común acuerdo, con ambas partes contando con voz y voto... “La administración de las finanzas familiares debe hacerse de mutuo acuerdo entre marido y mujer y con una actitud de franqueza y confianza. El control del dinero por parte de uno de los cónyuges es una fuente de poder y autoridad que, además de ser inapropiado, genera desigualdad en el matrimonio. Por otro lado, si uno de los cónyuges se retira por completo de la administración económica de la familia, incurre en la abdicación de una responsabilidad imperante”.
Un PRESUPUESTO nos ayuda a planear y a evaluar nuestros gastos. Debemos ajustar nuestros ingresos a los gastos y gastar siempre menos de lo que ganamos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario