Lección 14 EL EVANGELIO Y LA
VIDA PRODUCTIVA
HONREMOS LOS CONVENIOS
Un convenio es una promesa
sagrada entre Dios y Sus hijos:
Los Santos de los Últimos Días
son un pueblo que hace convenios. Los principios y las ordenanzas se reciben
mediante convenios. Los miembros de la Iglesia que hacen estos convenios
prometen honrarlos. Por ejemplo, en el bautismo, los miembros hacen convenio
con el Señor y al participar de la Santa Cena los renuevan.
En el templo se hacen
convenios adicionales. El pueblo del Señor es el pueblo del convenio.
Al honrar nuestros
convenios nos es posible alcanzar nuestro potencial divino:
El Élder Russell M. Nelson
dijo: “Con cada ordenanza se hace un
convenio o una promesa. Un convenio que se hace con Dios no es una restricción
sino una protección. Ese concepto no es nuevo. Por ejemplo, si el suministro de
agua que recibimos no es puro, la filtramos para eliminar los elementos
dañinos. Los convenios divinos nos sirven para filtrar y eliminar de nuestra
mente las impurezas que podrían hacernos daño. Si escogemos abstenernos de toda
impiedad no perderemos nada de valor y obtenemos la gloria de la vida eterna.
Los convenios no nos limitan, nos elevan más allá de los límites de nuestro
propio poder y perspectiva.”
El Pte. James Faust dijo:
“Para que puedan alcanzar todo su potencial precisarán honrar en la
vida 4 principios sagrados que son:
1. Reverencia por la Deidad
2. Respetar y honrar los lazos familiares
3. Reverencia y obediencia a las ordenanzas y a los convenios del santo
sacerdocio
4. Respeto por ustedes mismos como hijos de Dios.”
La autoridad del sacerdocio
es necesaria para recibir los convenios y las ordenanzas de salvación:
El sacerdocio es el poder más
grande que hay sobre la tierra.
Mateo 16: 15-19 “ Y a ti te daré
las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será
atado en los cielos; y todo lo que desatares en
la tierra será desatado en los cielos.”
El honrar nuestros
convenios nos prepara para recibir la vida eterna:
D y C 6: 37 “…sed fieles, guardad
mis mandamientos y heredaréis la vida eterna.”
El Élder Russell M. Nelson
dijo: Las ordenanzas, los convenios, la
investidura y los sellamientos del templo permiten a las personas reconciliarse
con el Señor y a las familias ser selladas más allá del velo de la muerte. La
obediencia a los convenios del templo nos hace merecedores de la vida eterna,
el mayor de todos los dones de Dios al hombre. La vida eterna es más que la
inmortalidad. La vida eterna es la exaltación en el cielo más alto, la clase de
vida que vive Dios.”
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