miércoles, 11 de julio de 2012

LECCIÓN 6: EL PROVEER PARA UNO MISMO, PARA LA FAMILIA Y PARA OTRAS PERSONAS



Lección 6 EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA

EL PROVEER PARA UNO MISMO, PARA LA FAMILIA Y PARA OTRAS PERSONAS

Lo temporal y lo espiritual están relacionados
Lo temporal está relacionado con el tiempo, la vida terrenal y con inquietudes seculares más que con lo espiritual o lo sagrado. Sin embargo, lo temporal y lo espiritual están muy relacionados.
D y C 29: 31-32: “ Porque por el poder de mi Espíritu las he creado, sí, todas las cosas, tanto espirituales como temporales, primero espirituales, en seguida temporales, que es el principio de mi obra; y además, primero temporales y en seguida espirituales, que es el fin de mi obra.”
D y C 29:34–35: “Por tanto, de cierto os digo que para mí todas las cosas son espirituales; y en ningún tiempo os he dado una ley que fuese temporal, ni a ningún hombre, ni a los hijos de los hombres, ni a Adán, vuestro padre, a quien yo creé…”
Por lo tanto, existe una diferencia entre las cosas o creaciones del Señor, las leyes y los mandamientos: Las cosas o creaciones del Señor fueron primeramente creadas  espiritualmente en la Preexistencia, y luego creadas o “nacidas” en el mundo físico de esta tierra. Mientras que las leyes y los mandamientos, aún pareciendo tener un concepto temporal, son siempre espirituales. Por ej: la ley del diezmo, aunque parezca un mandamiento temporal ya que se refiere a dinero o cosas materiales, es espiritual debido a que el que lo cumple, además de recibir bendiciones, progresa espiritualmente al despojarse por ejemplo del egoísmo, del materialismo, y al experimentar la ley del sacrificio.

Nuestras prioridades deben reflejar los principios del Evangelio
El Élder Dallin H. Oaks dijo: “Jesús enseñó del orden prioritario cuando dijo: -Por tanto, no busquéis las cosas de este mundo, mas buscad primeramente edificar el reino de Dios, y establecer su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6. 38)- Buscar primeramente el reino de Dios significa dar prioridad absoluta a Dios y a su obra. La obra de Dios es llevar a cabo la vida eterna de Sus hijos y todo lo que eso conlleva en el nacimiento, la crianza, la enseñanza y el sellamiento de los hijos de nuestro Padre Celestial. Todo lo demás está más abajo en el orden de prioridades… Como alguien dijo: `Si no hemos escogido primeramente el reino de Dios, al final no importa lo que hayamos escogido en su lugar.´ Con respecto al orden de prioridades de las decisiones de gran importancia en nuestra vida (los estudios, el trabajo, el lugar de residencia, el cónyuge o la maternidad/paternidad) debemos preguntarnos cuál serán las consecuencias eternas de esas decisiones.”

El padre tiene la responsabilidad de proteger a su familia y de proveerle las cosas necesarias de la vida. La responsabilidad primordial de la madre es criar a sus hijos
El Pte. hinckley dijo: “ De los padres es la responsabilidad de estar a la cabeza de su familia. Eso no quiere decir que actúen como dictadores ni que ejerzan injusto dominio. Conlleva el mandato de que atiendan a las necesidades de su familia, las cuales son más que alimento, ropa y techo. Entre ellas se cuentan el dirigir y enseñar con rectitud, tanto por el ejemplo como enseñando la honradez, la integridad, el servicio y el respeto, ya que somos responsables de lo que hagamos en esta vida ante otros y ante Dios. Y de las madres es la responsabilidad de criar a los hijos en la luz y la verdad, los cuales son la mayor bendición recibida del Señor.”
El Élder McConkie dijo: “El trabajo es la ley de la vida. No está bien pensar que tenemos el derecho de recibir sin trabajar. Debemos cuidar de nuestra propia salud, almacenar nuestros alimentos, educarnos y prepararnos para hacernos cargo de los asuntos diarios de la vida. Ninguna otra persona puede labrar nuestra salvación por nosotros, ni temporal ni espiritualmente.”
Si ponemos siempre a Dios en primer lugar en nuestras vidas, Él nos ayudará a proveer para nosotros, para nuestra familia, y para otras personas.

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