Lección 15 EL EVANGELIO Y LA
VIDA PRODUCTIVA
PRESTÉMONOS SERVICIO LOS UNOS A LOS OTROS
Las Escrituras y los
siervos del Señor nos enseñan a prestarnos servicio los unos a los otros:
Mosíah 4:15 Les ensñaréis (a
vuestros hijos) a amarse mutuamente, y a servirse el uno al otro.
D y C 81:5 De manera que sé
fiel, ocupa el oficio al que te he nombrado: socorre a los débiles, levanta las
manos caídas y fortalece las rodillas debilitadas.
El Pte. Romney dijo: “Servir es, por los convenios que hemos
hecho, una obligación de todos los miembros de la Iglesia. El Señor ha dicho en
Mateo10:39 que el que halla su vida la perderá, y el que pierde su vida por causa de Él, la hallará. Perdemos nuestra vida
sirviendo y edificando a otros, y al hacerlo, experimentamos la única verdadera
y perdurable felicidad. El prestar servicio no es algo que hacemos en esta
tierra para poder ganar el derecho de vivir en el reino celestial, sino que es
la fibra misma de la cual está formada la exaltación en ese reino.”
En algún momento, todos
necesitamos de ayuda:
El Élder Scott dijo: “Hoy día la vida puede ser tan complicada y
las necesidades tan grandes que nos resulte imposible resolverlas solos. Todos
necesitamos la ayuda del Señor.”
El Élder Ashton dijo: “Hay personas necesitadas en todas las
edades. Algunas de Sus ovejas son jóvenes y se encuentran solas y perdidas.
Otras están cansadas, afligidas y agotadas por los años. Algunas de ellas son
de nuestra propia familia, o están entre nuestros vecinos, o en rincones
alejados del mundo donde podemos ayudarlas por medio de nuestras ofrendas de
ayuno. Algunas se están muriendo de hambre, otras se están muriendo por falta
de amor e interés.”
Podemos prestarnos servicio
de diferentes modos:
El Pte. Monson dijo: “Nuestro servicio al prójimo puede
fortalecer el espíritu humano, vestir cuerpos con frío, alimentar al
hambriento, consolar a los acongojados y elevar almas preciosas a nuevas
alturas.”
Mateo 25: 35-40: Porque tuve
hambre, y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y
me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermo y me visitasteis, en la
cárcel, y vinisteis a mí…Y respondiendo
el Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos
mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
El prestarnos servicio
mutuo debe ser un objetivo que dure toda la vida:
Mosíah 2:17 Y he aquí, os digo estas cosas para que aprendáis
sabiduría, para que sepáis que cuando os halláis al servicio de vuestros
semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios.
D y C 4:2 Por tanto, oh
vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo
vuestro corazón, alma, mente y fuerza para que aparezcáis sin culpa ante Dios
en el último día.
El élder Taylor dijo: “El prestar servicio al prójimo los
conducirá hacia las ventanas de la vida y no hacia los espejos que sólo
reflejen la imagen de ustedes mismos.”
El Élder Romney dijo: “Si sabemos que ayudar a otros satisface a
nuestro Padre Celestial y deseamos estar dónde Él está y ser lo que Él es, ¿por
qué se nos debe dar el mandamiento de que nos sirvamos los unos a los otros?
¡Bendito sea el glorioso día en que todas estas cosas surjan en forma
espontánea debido a la pureza de nuestro corazón! Ese día no habrá necesidad de
un mandamiento, porque todos habremos aprendido ya que la verdadera felicidad se obtiene solamente cuando se está embarcado en un servicio generoso y
altruista. Usemos la libertad que proviene de la autosuficiencia, al dar y
al servir.”