CURSO
DE INSTITUTO DE VERANO 2012 CENTRO JA FERROL
EL EVANGELIO Y LA VIDA PRODUCTIVA
El
objetivo de este curso es que se aprenda a llegar a lograr la autosuficiencia
en todos los aspectos de la vida: espiritual, emocional, social y temporal.
Lección 1:
EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LOS HIJOS DE
NUESTRO PADRE CELESTIAL
Esta
lección nos ayuda a recordar que:
<
Nuestro Padre Celestial preparó un plan de salvación, el cual nos enseña de
dónde vinimos, por qué estamos aquí y a dónde vamos después de nuestra vida.
<
Al comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra
fe y encontramos gozo en un mundo en el que se comenten muchas injusticias.
<
Podemos valernos de nuestro conocimiento del plan de salvación para afrontar
mejor nuestros desafíos terrenales. Las tribulaciones, la dicha, el trabajo, el
estudio y la fortaleza física desempeñan una parte importante de nuestra vida
diaria.
Moisés 1: 39
“Porque
he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida
eterna del hombre.”
El
Plan de Salvación también tiene otros nombres:
.
El gran y eterno plan de redención: Alma 34: 16
“Y
así la misericordia satisface las exigencias de la justicia, y ciñe a los
hombres con brazos de seguridad; mientras que aquel que no ejerce la fe para
arrepentimiento queda expuesto a las exigencias de toda la ley de la justicia;
por tanto, únicamente para aquel que tiene fe para arrepentimiento se realizará
el gran y eterno plan de la redención.”
.
El Plan de Felicidad: Alma 42: 16
“Mas
el arrepentimiento no podía llegar a los hombres a menos que se fijara un
castigo, igualmente eterno como la vida del alma, opuesto al plan de la felicidad, tan eterno
también como la vida del alma.”
Podríamos
comparar nuestra existencia dentro del Plan de Salvación como una obra de 3
actos.
Acto
1: La vida preterrenal o premortal
Acto
2: La vida terrenal
Acto
3: La vida después de la muerte
1.
VIDA PRETERRENAL
Abraham
3: 24-26
“Y
estaba entre ellos uno que era semejante a Dios, y dijo a los que se hallaban con
él: Descenderemos, pues hay espacio allá, y tomaremos de estos materiales y
haremos una tierra sobre la cual éstos puedan morar; Y con esto los probaremos,
para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare; Y a los que
guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden su primer
estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su primer
estado; Y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria sobre
su cabeza para siempre jamás.”
Satanás
se rebeló contra el plan de nuestro Padre Celestial y ofreció un plan
alternativo que limitaría nuestro albedrío. Él y sus seguidores fueron
expulsados.
El
Élder Wirthlin dijo: “En el concilio
premortal en el que estuvimos todos presentes, Jesucristo aceptó el gran plan
de felicidad de nuestro Padre para sus hijos y fue elegido por el Padre para
ponerlo en práctica. Él dirigió las fuerzas del bien en una batalla para las
almas de los hombres que comenzó antes de la fundación del mundo contra las
fuerzas de Satanás y sus seguidores. Ese conflicto continúa hoy. Estábamos del
lado de Jesús entonces y estamos de Su lado ahora también.”
2.
VIDA TERRENAL
Abraham
3: 26
“Y
a los que guarden su primer estado les será añadido; y aquellos que no guarden
su primer estado no tendrán gloria en el mismo reino con los que guarden su
primer estado; Y a quienes guarden su segundo estado, les será aumentada gloria
sobre su cabeza para siempre jamás.”
.
Guardar nuestro “primer estado” consistió en ser fieles al Señor durante nuestra
vida preterrenal. Nuestro “segundo estado” comenzó con la vida terrenal.
.
Por causa de la Caída Original de Adán y Eva, nacemos en la vida terrenal en un
estado caído. La caída y nuestra condición de mortales son partes necesarias
del plan.
2
Nefi 2: 25
“Adán
cayó para que los hombres existiesen, y existen los hombres para que tengan
gozo.”
.
Jesucristo nos redimió de la Caída. Sin su expiación no podríamos resucitar y
viviríamos eternamente con Satanás como espíritus en un estado de miseria.
2
Nefi 2: 26
“
Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos
de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a
quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar por sí
mismos, y no para que se actúe sobre ellos, a menos que sea por el castigo de
la ley en el grande y último día, según los mandamientos que Dios ha dado.”
.
Las experiencias de la vida terrenal nos permiten valernos del albedrío para
tomar decisiones y experimentar sus consecuencias.
Alma
34: 32-34
“Porque
he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse para comparecer ante
Dios; sí, el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejercer su obra.
Y como os dije antes, ya que habéis tenido tantos testimonios, os ruego, por
tanto, que no demoréis el día de vuestro arrepentimiento hasta el fin; porque
después de este día de vida, que se nos da para prepararnos para la eternidad,
he aquí, que si no mejoramos nuestro tiempo durante esta vida, entonces viene
la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna. No podréis
decir, cuando os halléis ante esa terrible crisis: Me arrepentiré, me volveré a
mi Dios. No, no podréis decir esto, porque el mismo espíritu que posea vuestros
cuerpos al salir de esta vida, ese mismo espíritu tendrá poder para poseer
vuestro cuerpo en aquel mundo eterno.”
.
Formar familias eternas e instruirlas es uno de los propósitos del plan de
salvación.
D
y C 131: 1-4
“En
la gloria celestial hay 3 cielos o grados; y para alcanzar el más alto, el
hombre tiene que entrar en este orden del sacerdocio (es decir, el nuevo y
sempiterno convenio del matrimonio); y si no lo hace, no puede alcanzarlo.
Podrá entrar en el otro, pero ése es el límite de su reino; no puede tener
progenie.”
D
y C 93: 40
“Pero
yo os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad.”
.
Cualquier conocimiento e inteligencia que obtengamos en esta vida mediante
nuestra diligencia y obediencia se levantará con nosotros en la resurrección.
D
y C 130: 18-19
“Cualquier
principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros
en la resurrección; y si en esta vida una persona adquiere más conocimiento e
inteligencia que otra, por medio de su diligencia y obediencia, hasta ese grado
le llevará la ventaja en el mundo venidero.”
3.
VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
.
Al morir, nuestro espíritu va al mundo de los espíritus para aguardar la
resurrección. Allí seguimos aprendiendo.
Alma
40: 11-14
“Ahora
bien, respecto al estado del alma entre la muerte y la resurrección, he aquí,
un ángel me ha hecho saber que los espíritus de todos los hombres, en cuanto se
separan de este cuerpo mortal, sí, los espíritus de todos los hombres, sean
buenos o malos, son llevados de regreso a ese Dios que les dio la vida. Y sucederá
que los espíritus de los que son justos serán recibidos en un estado de
felicidad que se llama paraíso; un estado de descanso, un estado de paz, dónde
descansarán de todas sus aflicciones, y de todo cuidado y pena. Y entonces
acontecerá que los espíritus de los malvados, sí, los que son malos –pues he
aquí, no tienen parte ni porción del Espíritu del Señor, porque escogieron las
malas obras en lugar de las buenas; por lo que el espíritu del diablo entró en
ellos y se posesionó de su casa- éstos serán echados a las tinieblas de afuera;
habrá llantos y lamentos y el crujir de dientes, y esto a causa de su propia
iniquidad; pues fueron llevados cautivos por la voluntad del diablo. Así que
éste es el estado de las almas de los malvados, sí, en tinieblas y en un estado
de terrible y espantosa espera de la ardiente indignación de la ira de Dios
sobre ellos; y así permanecen en este estado, como los justos en el paraíso,
hasta el tiempo de su resurrección.”
Al
comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra fe
y encontramos gozo en un mundo en el que se cometen muchas injusticias.
Aunque
nuestra vida se ciña al gran plan de salvación, hay momentos de la vida
terrenal que pueden resultar muy difíciles e incluir grandes pruebas. Sin embargo,
debemos recordar que nuestro Padre Celestial desea que seamos dichosos y
tengamos paz al observar Sus mandamientos.
El conocimiento del Plan de Salvación
nos ayuda a afrontar las pruebas y las injusticias.
El
élder Bruce R. McConkie dijo: ““A veces
nos preguntamos: Si el plan es en realidad el gran plan de felicidad, ¿por qué
debemos luchar para encontrar su plenitud en esta vida? “Si ustedes esperan
encontrar sólo una vida buena, paz y felicidad completa durante el segundo
acto, no hay duda de que van a salir defraudados. Entenderán poco de lo que
sucede y del porqué se permite que las cosas sean como son.
“¡Recuerden! La frase: ‘Y vivieron
felices para siempre’ nunca se escribe para el segundo acto (el de nuestra
existencia mortal). Esa frase pertenece al tercer acto, (al de después de
nuestra vida mortal) cuando los misterios se han resuelto y todo se pone en
orden... “Mientras no tengan una perspectiva amplia de la naturaleza eterna de
esta grandiosa obra, no podrán entender las desigualdades de la vida. ¡Algunos
nacen con tan poco mientras que otros con tanto! Algunos nacen en la pobreza,
con incapacidades, con dolor, con sufrimiento. Hay quienes mueren
prematuramente, incluso niños inocentes. Están las fuerzas implacables y
brutales de la naturaleza y la crueldad del hombre para con el hombre…. “No
piensen que Dios causa intencionalmente eso que, para cumplir con sus
propósitos, permite que suceda. Cuando conozcan el plan y el propósito en su
totalidad, aun esas cosas serán manifestaciones de un Padre Celestial amoroso”.
Podemos valernos de nuestro conocimiento
del plan de salvación para afrontar mejor nuestros desafíos terrenales.
Eter
12:27
“Y
si los hombres vienen a mí, les mostraré su debilidad. Doy a los hombres
debilidad para que sean humildes; y basta mi gracia a todos los hombres que se
humillan ante mí, porque si se humillan ante mí, y tienen fe en mí, entonces
haré que las cosas débiles sean fuertes para ellos.”
El
Élder Bruce R. McConkie dijo: “Confiando
siempre en el Señor, debemos hacernos independientes del mundo; debemos ser
autosuficientes, y utilizando el albedrío que Dios nos ha dado, resolver
nuestros propios problemas económicos y temporales.
Estamos aquí para trabajar largas horas,
dura y arduamente…; estamos aquí para trabajar todos nuestros días. En esta
probación terrenal, debemos comer el pan con el sudor de nuestro rostro hasta
que volvamos al polvo del que fuimos formados.
El trabajo es la ley de la vida, el
principio que gobierna la vida de los santos. No debemos, mientras seamos
físicamente aptos, pasar voluntariamente a otros la carga de nuestro sostén. En
lo gratuito abunda la maldad. La laboriosidad, la economía y el respeto a uno
mismo son imprescindibles para la salvación.
Debemos cuidar de nuestra salud,
cultivar nuestros huertos, almacenar nuestros alimentos, educarnos y
prepararnos para hacernos cargo de las situaciones de la vida diaria. Ninguna
otra persona puede hacerse cargo de nuestra salvación, ni temporal ni
espiritualmente.
Estamos aquí sobre la tierra para
satisfacer las necesidades de nuestros familiares. Los maridos tienen la
obligación de mantener a sus esposas, los padres de mantener a sus hijos, los
hijos de mantener a sus padres ancianos y desvalidos, los hermanos de
mantenerse los unos a los otros, así como los parientes de ayudarse mutuamente.
El
Élder Richard Scott dijo: “Te prometo
que, a través de tu obediencia y continua fe en el Señor Jesucristo y tu
comprensión de todo el plan de felicidad, aun cuando todavía no se cumplan
aspectos importantes de ese plan en tu vida, se cumplirán en el debido tiempo
del Señor. Te prometo también que puedes alcanzar progreso y felicidad
significativos ahora, en las circunstancias en las que te encuentres. Como
hijo/a de Dios, vive lo que puedas del plan haciendo lo mejor posible siempre.”